viernes, marzo 30, 2007

 

Me enorgullezco en poseer una nada pequeña colección de cactáceas y plantas suculentas a pesar de tener menos de tres metros cuadrados de jardín en mi departamento. Han sido las únicas y gloriosas sobrevivientes en el ambiente hostil de mi balcón, sometido a incesante exposición solar, vientos huracanados, y mis constantes ausencias. Los cactus son seres extraños y maravillosos, tan austeros, tan zen, tan llenos de contradicciones. Como la que figura en el poema, que es absolutamente verdad. Es época de floración, y el hedorcillo a cadáver que se cuela por mi ventana no deja que lo olvide. Al menos no florece al mismo tiempo que la que huele a culo de mono. ¿Que por qué hay dos poemas? Pues porque se me antojó poner los dos. Los gemelos CACTUS.

Comments:
pero.. es que le has olido el culo a un mono???!!

esta bien ser animalista, pero... no sera musho, lusho? O_o
 
¿será entonces que los culos de los monos huelen a cadaveres humanos? o los cactus tienen ambos olores?
lastima, solo conosco lo maravilloso de sus flores, no he tenido oportunidad de sentir sus especiales olores :P
 
Bueno, sinceramente no le he olido el culo a un mono. Si he olido un mono, entre mis numerosos ejercicios olfativos, y sabiendo como huele un culo humano no puedo sino esperar un hedor tan magnífico como una flor de cactus.
 
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