domingo, abril 08, 2007

 
Habrán notado que La Autora no le hace el quite a los vicios. La codeína y yo tenemos una extraña relación, esporádica y a distancia, aunque no niego que en las raras ocasiones que me lo permito, la disfruto intensamente. No puedo de ninguna manera costearme la adicción a tan suculento narcótico, pero su poder oniromante y su plácido transcurrir lo hacen el más atractivo de todos los estados de conciencia alterados que he tenido el placer de experimentar. Hace que las cosas parezcan muy claras pero absolutamente sin importancia. Imagino que una sobredosis sería una linda muerte, llena de lindos sueños.

Comments:
Como bien sabe la autora, también siento una debilidad tremenda por los sueños de codeína. Sugiero, humildemente, una campaña antitabaco que considere este divino pasatiempo como alternativa de escapa a los problemas de salud de nuestro muy nuestro dn. Miguel.
 
shitas la codeina...

es rica igual js js js

el demerol tb la llea, puta, es lo unico bueno de ser hospitalizado / operado :D
 
Y nunca más pusiste de tu entretenida poesía magnética aquí
=(

Saludos Topi
 
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