
No se dejen engañar por el aparentemente triste contenido de POEMAS, de hecho, no tengo nada de que quejarme en el tema amoroso, a pesar de la verdad inherente en su texto. Es sólo una observación. A decir verdad podría decirse que alguien muy especial me compone poemas y canciones todos los días, sólo que nunca se han escrito y creánme, no son publicables. Pero a mi me gustan. También podría decirse que yo misma me escribo poemas con bastante frecuencia.


Me enorgullezco en poseer una nada pequeña colección de cactáceas y plantas suculentas a pesar de tener menos de tres metros cuadrados de jardín en mi departamento. Han sido las únicas y gloriosas sobrevivientes en el ambiente hostil de mi balcón, sometido a incesante exposición solar, vientos huracanados, y mis constantes ausencias. Los cactus son seres extraños y maravillosos, tan austeros, tan zen, tan llenos de contradicciones. Como la que figura en el poema, que es absolutamente verdad. Es época de floración, y el hedorcillo a cadáver que se cuela por mi ventana no deja que lo olvide. Al menos no florece al mismo tiempo que la que huele a
culo de mono. ¿Que por qué hay dos poemas? Pues porque se me antojó poner los dos. Los gemelos CACTUS.

Bueno, regreso luego de mucho tiempo... otra vez. Esta vez vengo con un poemita dedicado nuevamente a mis etílicas musas y sus fatales consecuencias, titulado BORRACHERA. Disfrútenlo mientras ordeno mis galerías para comenzar a postear de nuevo regularmente.